Las sensaciones vividas durante la fiesta flamenca del día anterior permanecen aún vibrantes en la mente y los sentidos del viajero. Sin apenas transición, el viajero se desplaza a la localidad de Utrera, preciosa ciudad monumental, situada a sólo 30 kilómetros al suroeste de Sevilla. Considerada como una de las cunas esenciales del flamenco de origen gitano, en ella nacieron algunas de las más grandes figuras de la historia del flamenco. Utrera recibe al viajero con toda su riqueza patrimonial y la sonrisa abierta y espontánea de sus gentes. Es un placer recorrer sus calles y detenerse para admirar alguno de los impresionantes edificios históricos que abundan en la ciudad.
Terminado el paseo, el viajero se traslada a una finca llena de encanto y de duende, lugar ideal para degustar las delicias de la gastronomía local.
El almuerzo es el preámbulo perfecto que da paso al momento más importante de la jornada: La Fiesta Flamenca, en la que el viajero vive la experiencia, seducido por los sones y el compás de los artistas gitanos de Utrera .