La Axarquía es la comarca más oriental de la provincia de Málaga y se extiende desde el mar hacia el interior. El nombre de la comarca procede del árabe y significa oriente, clara evidencia de los casi ocho siglos de permanencia árabo-andalusí en tierras de Andalucía.
Aunque desde finales del siglo XV la comarca pasa a dominación cristiana, entre sus pobladores, siglo tras siglo, se han transmitido profundos vestigios culturales que se manifiestan en su carácter, su forma de ser, su gastronomía y su folklore.
Para el Arte Flamenco esta realidad es de suma importancia histórica, pues el estilo de cante más genuino de estas tierras, la malagueña, bebe directamente del mundo del fandango, cante que con sus muy numerosas variedades se extiende de este a oeste y de norte a sur por toda Andalucía.
Cuando visitamos uno de los preciosos pueblos de la Axarquía estamos obligados a compartir apasionados momentos de arte, participando en una demostración de la Fiesta de Verdiales propios de la tierra, cantes de origen morisco que están en la base, a través de numerosas transformaciones rítmicas y melódicas, del muy extenso mundo del fandango y de la malagueña.
El viajero se desplaza hacia uno de estos preciosos pueblos de la Axarquía para vivir esta experiencia. Visita una de las instalaciones actuales dedicadas a la preparación del aceite, para adentrarse a continuación en la llamada “Casa del Molinero”, lo que nos muestra la enorme transformación de esta industria, desde los procedimientos totalmente artesanales de otros tiempos a las más modernas prácticas industriales de la actualidad.
Terminadas estas interesantes visitas, entre el animado bullicio de los cantes y bailes de los artistas que componen la “Panda de Verdiales”, el viajero degustará las delicias de la gastronomía local, para disfrutar a continuación de una auténtica Reunión Flamenca con los artistas de la tierra.